Villa Devoto
Tras las huellas de Maradona en Villa Devoto, el barrio que eligió el Diez luego de Fiorito y La Paternal

La Mitsubishi Montero negra frenó en el semáforo de Beiró al 4200, mano a General Paz. Y ahí cometió la primera infracción: dobló hacia la izquierda. La segunda falta fue ahí mismo, sobre Sanabria, una de las calles más transitadas de Villa Devoto, y por la que pasaban y pasan dos colectivos. Aceleró en contramano hasta la otra esquina.
Al llegar a José Pedro Varela, frenó en la puerta de «El café de García». En la maniobra para estacionar sobre la ochava, tocó a un auto. El otro automovilista bajó dispuesto a pelearse. Estaba muy enojado. El que sería su rival, salió de la camioneta y se dejó ver: de ojotas, short y musculosa. Era Diego Armando Maradona.
«Diego, hacelo mierda si querés… te dejo», dicen en el café que dijo el dueño del auto chocado, después de reconocerlo, saludarlo y abrazarlo. Un policía tuvo la misma actitud. Se acercó para multarlo, pero cambió de parecer al ver quién era el infractor. En el café lo esperaban dos clientes habituales, de los tantos que paraban en el lugar: Coco Villafañe, su suegro, y Carlos Fren, su compañero en la dupla técnica de Mandiyú de Corrientes y Racing.
«Los orígenes del Diego son en Fiorito. A los 15 años, Argentinos Juniors le regala una casa y se muda a La Paternal. Pero cuando pasa a Boca y puede eligir dónde comprar su casa por primera vez, se viene a Devoto. Desde ese día, siempre se relacionó con nuestro barrio», dice uno de los clientes del café. Y continúa: «Es más: compró otras propiedades. Todas están del otro lado de Beiró, que es la zona residencial del barrio. Pero Diego siempre vino para este lado, donde vivimos los laburantes».
Aquella primera casa de Maradona en Devoto es la de Cantilo 4452. Desde ese día, la historia del barrio cambió. Tanto, que podría organizarse un tour contando la relación entre la familia, Devoto y sus lugares. Primero, porque cientos de vecinos de la zona y alrededores se acercaron a festejar frente al inmueble, el título mundial de 1986 y el pase a la final de 1990. Segundo, porque los más chicos llegaban constantemente en bicicletas. Tocaban la puerta y preguntaban si se encontraba Diego. «Lo más loco es que te abrían todos los días. Los familiares nos daban unas tarjetitas que tenían su firma y nos volvíamos contentos», recuerda un remisero de una agencia de Lope de Vega.
Más adelante, Diego compró la propiedad de Segurola 4310 (y Habana), que quedó en la memoria de todos a partir de su cruce con Julio César Toresani, invitándolo a pelear en esa esquina, en la que hoy hay pasacalles, flores y cartas que lo recuerdan. Es más, la semana pasada la Legislatura porteña votó colocar una placa en la que será la «esquina Diego Maradona».
La tercera es una casa ubicada sobre Pareja, a la altura de la Plaza Arenales. Allí, en la actualidad, funciona la inmobiliaria «Maradona Propiedades», de uno de sus hermanos. Otra propiedad que compró Diego, para otro de sus hermanos, está en Nazarre y Benito Juárez. Y otra en Bahía Blanca y Mosconi.
Diego, además de relacionarse con el barrio, se relacionó con General Lamadrid, el club del barrio. Solía ir con Claudia a los bailes de carnaval y los lunes de 21 a 22 alquilaba la cancha de 11 para jugar con Jorge Cyterszpiler y otros amigos. En 1987 un periodista de la revista El Gráfico le preguntó si se retiraría en Boca. Respondió que no. Que su retiro sería jugando en Lamadrid, jugando de dos, por ser el equipo de su barrio.
«Una de las veces que vino, agarró una bola del pool», cuenta Juan, uno de los mozos de El café de García. «Se puso a hacer jueguitos y de un rodillazo, metió la bola en una de las esquinas». Apenas entró, se detuvo a ver los cuadros con sus imágenes. Pidió firmarlos. En esa visita descubrió un par de botines que habían sido suyos, colgados. Los había regalado Villafañe. Maradona se enojó con él. Porque creía haberlos perdido. Pero aclaró que se alegraba de que estuvieran en el bar.
Durante años, para cada cierre de año, el café invitaba a sus clientes de siempre. Esas noches se podía comer, tomar y consumir lo que quisieran, sin cargo. Diego se apareció varios veces, invitado por los clientes. Se sumó a los festejos como uno más. Incluso, hasta participó de un asado en el galpón de uno de los habitués. Pero lo más recordado es lo que pasó el día que llegó en la Montero.
Diego decía tener un casamiento o un evento para la noche. Su problema, planteó, era que si volvía a su casa a cambiarse, Claudia no lo dejaría salir. Entonces, un par de clientes cruzaron a un local de ropa. El dueño era un turco, que en su vida imaginó que terminaría vistiendo a Maradona. Faltaban los zapatos. Llamaron a otro comerciante, de la vuelta. «Está Diego y necesita zapatos. Traete un par de modelos», le pidieron. Y así se fue.
Los chicos no eran los únicos que frecuentaban la casa de Cantilo. Rodrigo vivía a dos cuadras. Cada vez que tomaba un taxi o remís para regresar a su hogar, el chofer preguntaba lo mismo: «¿te jode si entro por Cantilo? Para ver si lo enganchamos al Diego». Los 29, los Maradona pedían ñoquis a Milena, un local del barrio. Los jóvenes que trabajan de deliverys se peleaban por ir. Luego de recibir los 2 pesos de propina de Don Diego, le preguntaban por su hijo. Nunca estaba.
«En esa misma manzana vivía un ciudadano chino», cuenta José Pintimalli, agente inmobiliario del barrio. «Cada fin de año, era como una especie de competencia por ver quién tiraba más fuegos artificiales». Una parte del barrio recuerda a Maradona por lo mismo. Que a las 3, 5 o 6 de la mañana sonaran todo tipo de proyectiles, era señal de que Diego había llegado a la casa.
Pintimalli, en la inmobiliaria que lleva su nombre, recuerda varias cosas más: que la inmobiliaria que le vendió la casa de Cantilo quedaba en Segurola y Beiró, y fue famosa por esa venta. Que Diego paraba en un bar de copas de San Martín y Navarro. Y que solía frecuentar el restaurante Viñetas Porteñas, de Beiró al 3300. En ese lugar se organizó la última cena para el plantel de la Selección, antes de viajar a México. Y a la vuelta, festejaron en el mismo lugar. A Diego también se lo veía en scooter. Muchas veces pasaba por la casa de Sergio «Checho» Batista, en Beiró y Segurola. Si no lo encontraba, le pedía al dueño de la tintorería que estaba enfrente que le dejara su mensaje apenas lo viera llegar.
Otro lugar histórico de la zona en el que se lo vio es la pizzería El Fortín. Allí, cuenta Sebastián, nieto de los fundadores, entró Diego una vez. Intentó comer una porción de parado, una acción clásica para todos los vecinos y no vecinos. Pero no pudo. Los clientes se le abalanzaron tanto que se tuvo que ir. Otras veces llegaron sus choferes o asistentes, encargando pizzas que decían ser para Diego. Villafañe, el suegro de Maradona, era cliente fijo. De esos que pasan tres o cuatro veces por semana por la barra de la pizzería.
«Los medios hablan de Fiorito, Nápoles, La Paternal. Pero no dicen nada de la parte de Devoto», opina Norberto Malaguti, presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. «Está claro que el barrio le gustaba. No solo a él, sino a toda la familia. Fijate que pasó por quintas, countries. Pero a las propiedades de Devoto nunca las vendieron. A Don Diego se lo podía ver tomando mate en la plaza Arenales, tomando mate con los cuidadores».
Don Diego siempre tuvo hábitos de un vecino normal. Tal vez, más propios de los habitantes que vivían del otro lado de Beiró, del de la cárcel: era común que sacara una silla y una mesa a la vereda, y se pusiera a tomar mates. Muchos lo veían en la agencia de quiniela de siempre. O caminando. Solo. Solía pasar por el puesto de diarios de Beiró y Chivilcoy, y saludar al diariero. Hacía lo mismo en un taller mecánico de José Pedro Varela y Chivilcoy. Otra parada era en una fábrica de Marcos Paz y Vallejos, donde pedía que lo dejaran pasar al baño. Sergio «Pollo» Pelliccioni, dueño de S.A.N.D.R.A. Deportes, en General Paz y Lope de Vega, también pasó a formar parte de sus caminatas.
«Resulta que un día veo a un señor mayor apoyarse sobre nuestro frente», comenta. «Me acerco y lo veo agitado. Estaba cansado. Lo reconocí, pero no le dije nada. Solo le ofrecí un vaso de agua. A partir de ese día, dos o tres veces a la semana pasaba a saludarnos. Se quedaba a conversar. Le dimos dos camisetas y nos las devolvió con la firma de Diego. El médico le había dicho que tenía que caminar. Y salía solo, como cualquier vecino».
Pelliccioni, que es el papá de Matías, uno de los últimos periodistas que entrevistó a Maradona, se había relacionado con Don Diego mucho antes. Vivía, y vive, en Villa Real, pero trabajaba en una tintorería de Devoto. Los Maradona eran clientes. Sergio tenía una camioneta Citroen vieja. La usaba para hacer el reparto. A veces, después de entregar las sábanas y ropa limpia en Cantilo, no podía arrancar la camioneta. Don Diego, al verlo, salía y lo ayudaba a empujarla. Años después, Sergio pasaría a trabajar en un taller mecánico. Cada vez que terminaba un auto y salía a dar una vuelta para probarlo, encaraba hacia Cantilo. La ilusión era la misma que todos los que se desviaban para pasar por ahí: cruzarse a Diego.
Los Villafañe también eran de Devoto. Vivían en Bermúdez y Baigorria, a cien metros de la cárcel. Claudia festejó sus 15 en Juventud de Devoto, el club de la vuelta de su casa. Hizo la secundaria a diez cuadras de allí. Muchas veces, Diego la iba a buscar a la salida. En esa época, llegó a hacer una donación para la escuela.
Pero así como había chicos del barrio que iban en bicicleta a tocar la puerta de Cantilo, había otros que lo recibían en su casa. Eran los amigos de sus sobrinos que jugaban en el club Allende, de Melincué y Allende. En cada regreso les traía ropa del Barcelona y Nápoli y juguetes. Además, les avisaba que lo esperaran, que pasaría a saludarlos. En Marcos Paz y Nazarre, a cien metros del club, se lo vio sacándose fotos y firmando autógrafos. Esos mismos chicos se dieron otro gusto único: entrar a la casa de Cantilo. Jugaban con las pelotas que Puma le regalaba a la familia. «Podíamos romper los vidrios de los pelotazos. Y nadie nos retaba», recuerda un vecino. Como si fuese hoy, en el barrio que más tiempo lo disfrutó.

Villa Devoto
Nuevos fondos para el traslado de la cárcel de Villa Devoto

Los vecinos de Villa Devoto, y más aquellos que viven en las cercanías del centro penitenciario, aguardan con expectativas las últimas noticias sobre el tan esperado traslado de la cárcel. Es que a lo largo de los años, han luchado por ese fin, enfrentándose a promesas incumplidas por parte de las autoridades. Aunque la pandemia de Covid-19 se ha utilizado como la última justificación en el pasado, las recientes inversiones prometen avances concretos en la construcción de los pabellones para el traslado a Marcos Paz.
Historia de promesas incumplidas:
La postergación del traslado del penal penitenciario, parece haber permeado todas las esferas gubernamentales, desde las administraciones nacionales hasta las provinciales y municipales. En el caso del traslado de la cárcel de Devoto a Marcos Paz, los vecinos han expresado de manera contundente la necesidad imperiosa de erradicar la cárcel que opera bajo el Servicio Penitenciario Federal.
Inversiones y nuevas esperanzas:
El Gobierno porteño dijo que ha destinado considerables recursos, específicamente en el Plan Plurianual de Inversiones Públicas 2024-2026, asignando alrededor de $43.000.000.000 para la construcción del Centro Penitenciario Federal V en Marcos Paz, Provincia de Buenos Aires. Esta iniciativa, programada para ejecutarse entre el próximo año y 2025, busca cumplir con el compromiso asumido por la administración saliente de cerrar la cárcel de Villa Devoto y trasladar a los reclusos al territorio bonaerense.
Según la Procuración Penitenciaria de la Nación, el complejo actual alberga a 1.830 personas, superando ligeramente su capacidad real de 1.754. La pandemia y disputas financieras entre la Ciudad y la Nación han contribuido a retrasos y desviaciones de fondos, generando frustración entre los vecinos que lucharon para el traslado.
Promesas anteriores, como la construcción de un complejo en Agote, en la ciudad de Mercedes, durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, o el anuncio en 2018 del Complejo Penitenciario V en Marcos Paz, han quedado en la nada, por eso cada noticia de nuevos avances las esperanzas se renuevan.
Superpoblación y crisis en comisarías porteñas:
Más allá de la cárcel de Villa Devoto, el problema de la superpoblación carcelaria se refleja en las comisarías de la Ciudad, donde el espacio originalmente diseñado para albergar a unos 600 detenidos ahora enfrenta una superpoblación alarmante, alcanzando aproximadamente los 1.600 reclusos, según fuentes del Gobierno de la Ciudad.
Este fenómeno ha llevado a incidentes como motines y fugas en varias comisarías los últimos meses, generando tensiones entre el Gobierno porteño, el Gobierno nacional y el Servicio Penitenciario Federal.
Por eso a medida que se proyecta un futuro concreto en la materialización de este traslado, los vecinos de Villa Devoto continúan vigilantes, anhelando que esta vez las promesas no queden en el olvido y que se cumpla un cambio que han buscado durante tanto tiempo.
Villa Devoto
Se reabre la causa por la expropiación del Palacio Ceci

En un giro que los vecinos esperaban, la Justicia porteña ha dictaminado la reanudación del juicio en torno al destino del majestuoso Palacio Ceci, emplazado en la avenida Lincoln 4305, en el corazón de Villa Devoto, en nuestra Comuna 11. Este tesoro arquitectónico se vio envuelto en una contienda encarnizada entre las asociaciones de sordomudos y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) el año pasado, cuando este último intentó arrebatarle el edificio a la escuela de sordomudos que lo habitaba para incrustarlo en la órbita de la Dirección de Bienes.
El Palacio Ceci, legado de la escuela de sordos N° 28 por más de ocho décadas, fue usurpado por la administración de Rodríguez Larreta en febrero del año pasado. Desde entonces, la comunidad educativa ha protagonizado una lucha de solidaridad, organizando jornadas altruistas y eventos musicales, con el apoyo de organizaciones barriales y entidades comprometidas con la comunidad sorda. Sin embargo, el ejecutivo porteño consumó la transferencia de la propiedad a la Dirección de Administración de Bienes del Estado, con la intención de incorporarlo al circuito turístico y someterlo a una remodelación radical.
La transición de la propiedad desde el Ministerio de Educación a la Dirección de Bienes generó una lluvia de cuestionamientos por parte de las asociaciones de sordomudos y la comunidad educativa, que no hallaron justificación alguna para esta drástica alteración. Se rumorea que el GCBA planeaba transformar el edificio en la sede del nuevo «Distrito del Vino». Este chisme ganó fuerza cuando una funcionaria de la gobernación mendocina dejó entrever en las redes sociales que el Palacio sería la futura «casa del vino». A pesar de la resistencia tenaz de la comunidad educativa, que protagonizó marchas y abrazos simbólicos al edificio, el inmueble finalmente cayó en manos de la Dirección de Bienes.
En julio del año pasado, el GCBA oficializó una licitación por la cifra de 277.696.812 pesos para iniciar obras de restauración bajo la batuta de la Dirección de Bienes. Los planos desvelan la edificación de un café y bar en el jardín del Palacio, con espacios tanto interiores como exteriores, terrazas gastronómicas y acceso privilegiado a la calle Habana. Además, se contemplan un guardarropa, salas de exposiciones y reuniones, así como un establecimiento en la cúpula. Los jueces ahora se preguntan por qué la licitación pública no pudo llevarse a cabo mientras el palacio estaba bajo la jurisdicción de Educación.
La demanda presentada exige la nulidad de cualquier acto administrativo dirigido a modificar el uso educativo y el destino histórico del Palacio Ceci, instando a que el edificio sea exclusivamente para la escuela Ayrolo. Argumentan que el cambio de titularidad marcó el inicio de un nuevo destino económico dentro de un distrito productivo, desvirtuando su función educativa.
Además, se señala la ausencia de una audiencia pública, obligatoria según el artículo 63 de la Constitución de la Ciudad, antes de cualquier modificación en el uso de bienes públicos. La Justicia destaca que el GCBA nunca proporcionó una explicación clara sobre el cambio de titularidad, ofreciendo respuestas ambiguas sobre el destino final del Palacio Ceci.
Tras un primer rechazo, esta semana la justicia ha ordenado reabrir el amparo judicial por el Palacio Ceci. Los jueces insisten en que el GCBA no ha justificado el cambio de titularidad ni ha explicado por qué era necesario. Esta victoria legal representa un triunfo significativo para la comunidad sorda y subraya la importancia de la participación ciudadana en decisiones que afectan el patrimonio público y la educación.
Villa Devoto
El «Teatro Devoto», un espacio de primer nivel

En el corazón del barrio de Villa Devoto, sobre la calle Lincoln 3815, surge el «Teatro Devoto», un lugar cultural que ilumina no solo nuestro barrio homónimo de la Comuna 11, sino también los alrededores, brindando espectáculos de primer nivel a los concurrentes.
La apertura de sus puertas tuvo lugar el pasado 3 de mayo, con una presentación de primer nivel a cargo de los renombrados artistas Sandra Mihaniovich, Lito Vitale y Juan Carlos Baglietto, marcando así el inicio de una nueva era cultural en la zona.

El «Teatro Devoto», antes conocido como el salón de actos del Colegio de la Misericordia, ha sido testigo de innumerables presentaciones escolares y artísticas a lo largo de los años, formando parte del imaginario colectivo de los devotenses. Sin embargo, para brindar un servicio de alta calidad, fue imperativo someterlo a una profunda remodelación.
Los cambios son evidentes al entrar: una nueva boletería se abre hacia la calle, una llamativa cartelera publicitaria adorna su fachada y unos baños renovados, incluyendo uno para personas con movilidad reducida, aseguran comodidad y accesibilidad para todos los visitantes. Además, se ha incorporado iluminación en el ingreso y la sala principal, junto con una actualización tecnológica en el sistema de iluminación existente. Los suelos lucen nuevos revestimientos y alfombras, y la estructura del escenario ha sido completamente revitalizada. También se han rediseñado los camarines y el lobby de ingreso, brindando un entorno más confortable y funcional.

Con una capacidad para más de 800 espectadores, el Teatro Devoto se erige como un espacio idóneo para una amplia variedad de actuaciones musicales. Su excepcional diseño acústico y visual da una experiencia confortable para todos los asistentes.
Las boleterías están abiertas de miércoles a domingos, de 15:00 a 19:00 horas. Las entradas pueden adquirirse en la Avenida Lincoln 3815, o a través de la plataforma online.
Lo bueno de este tipo de recintos, y más en tiempos difíciles como nos toca vivir a los argentinos en estos momentos, es que nos brinda una oportunidad invaluable de relajarnos y dejarnos llevar por la magia de la escena, todo a pocos pasos de nuestras casas.
Se recomienda mirar la cartelera, ya que el abanico de espectáculos es muy rica y variada. Muy recomendable.
Villa Devoto
Inauguraron la primera cancha de mini fútgolf de la Ciudad en Villa Devoto

La llegada de la primavera trajo consigo una celebración especial para los amantes del deporte en el barrio de Villa Devoto, en nuestra Comuna 11 de la Ciudad de Buenos Aires. Es que ayer jueves 21 de septiembre, en el Polideportivo «Onega», ubicado entre las calles Mosconi, Joaquín V. González, Bahía Blanca y Gabriela Mistral, se llevó a cabo la inauguración de la primera cancha de mini Fútgolf en toda la Ciudad.
Este espacio, que está completamente abierto al público de manera gratuita, ofrece a los vecinos la oportunidad de disfrutar de este juego en un entorno accesible y familiar. Sin embargo, el polideportivo se encuentra todavía con obras en el sector de los juegos para niños. Y aunque se han habilitado los senderos peatonales, los vecinos expresan su inquietud por la ausencia de las mesas y bancos que solían ser un punto de encuentro fundamental en el lugar.
Durante años, ese espacio ha sido muy utilizado por los vecinos para reunirse, disfrutar del sol y compartir momentos. La ausencia de estos elementos ha generado preocupación en los vecinos, quienes esperan que sean reinstalados pronto.
«No veo las mesitas que usábamos para pasar un momento familiar o con amigos, ni hablar de lo que sucedía después de las 13 hs. Muchos trabajadores almorzando, ¡una vergüenza que no vean lo que sucede! ¡Piensen en todos! Esperemos que las vuelvan a colocar», expresaron en redes sociales.

Descubriendo el Fútgolf: Una Fusión Deportiva Innovadora
El Fútgolf, un deporte que vio la luz por primera vez en Holanda en el año 2009, ha ganado popularidad en todo el mundo. La esencia de este juego radica en la habilidad de introducir una pelota de fútbol en un hoyo de 52 cm de diámetro utilizando únicamente los pies y en la menor cantidad de golpes posible. Sus reglas están inspiradas principalmente en las del golf tradicional, lo que hace que la dinámica y el objetivo del juego sean semejantes.
También ofrece la posibilidad de competir tanto de manera individual como en equipos, añadiendo una dimensión social al juego.
El Auge del Fútgolf en Argentina
En el año 2010, se fundó la Asociación Argentina de FootGolf (AAFG) con el propósito de fomentar, promover y difundir este deporte en todo el territorio nacional. Un hito importante fue el lanzamiento oficial del deporte en La Reserva Cardales el 19 de marzo de ese mismo año, con la participación especial de reconocidos jugadores profesionales de fútbol, rugby y destacados periodistas deportivos. Durante ese primer año, se llevaron a cabo 5 torneos abiertos en 3 campos de golf distintos.
En 2011, el programa televisivo «Esto Es FootGolf» fue la clave para difundir este deporte. Emitido semanalmente por TyC Sports, el programa ofrecía a famosos y destacados deportistas la oportunidad de experimentar y disfrutar de esta disciplina mientras eran entrevistados.
Villa Devoto
Recorrida por Villa Devoto organizada por el Consulado italiano y la Sociedad Friulana

Si alguna vez te has preguntado sobre los tesoros culturales que yacen en el barrio de Villa Devoto, estás a punto de descubrirlos de una manera única. El Consulado General de Italia en Buenos Aires, en colaboración con la Sociedad Friulana de Buenos Aires, te invita a una visita guiada en idioma italiano que promete revelar los secretos mejor guardados de este encantador barrio de nuestra Comuna 11, o como le dicen «el barrio más italiano de la Ciudad».
- Fecha: Sábado 16 o 23 de Septiembre
- Horario: 10:45 AM
- Duración: Aproximadamente 90 minutos
- Punto de encuentro: Plaza Arenales – Mercedes 4058, C1419, CABA. (Junto al monumento a Antonio Devoto)
Esta experiencia seleccionada como parte del concurso “Propuestas e iniciativas sobre Italia en Buenos Aires” auspiciado por el Consulado, se inscribe en la 40ma. edición de las Jornadas Europeas del Patrimonio. Este evento es una iniciativa conjunta del Consejo de Europa y la Comisión Europea, y promete brindarte una perspectiva inolvidable de la riqueza que Villa Devoto tiene para ofrecer.
Por supuesto, si el clima no acompaña, la actividad será suspendida.
¡Inscríbete aquí y unite a esta increíble aventura!

La Sociedad Friulana: Un Legado de Solidaridad y Cultura
En el número 3974 de la calle Navarro, enclavada en el corazón de Villa Devoto, se alza la Sociedad Friulana, un faro de la inmigración italiana en Argentina. Fundada luego de la tragedia que marcó el hundimiento de el transatlántico Principessa Mafalda el 25 de octubre de 1927, esta asociación nació el 6 de noviembre y se convirtió en el punto de reunión para los inmigrantes y sus descendientes provenientes de la región de Friuli Venezia Giulia.
Los primeros friulanos arribaron a las costas argentinas en 1877, dando origen a la Sociedad Friulana Buenos Aires, conocida también como «Famee Furlane». Su creación surgió como un acto de solidaridad para socorrer a las familias afectadas por la tragedia marítima. En 1953, obtuvo su reconocimiento legal y cambió su nombre a Sociedad Friulana Cultural y Deportiva.
Inicialmente ubicada en Cachimayo 50, en el barrio de Caballito, la Sociedad Friulana tomó la decisión de expandir sus horizontes y eligió Villa Devoto como su nuevo hogar. El 9 de mayo de 1971 se colocó la primera piedra, y el edificio vio la luz el 18 de noviembre de 1973.
La Transformación de una Comunidad: Transmitiendo el Legado Friulano
El propósito de la Sociedad Friulana ha experimentado una evolución notable a lo largo de los años. De ser un refugio donde los inmigrantes compartían sus penas, su comida y el idioma friulano (diferente al italiano), se ha convertido en el espacio de la cultura y tradiciones friulanas. Su misión actual es transmitir estos valores a las nuevas generaciones, abarcando no solo la cultura friulana, sino también la lengua y cultura italiana en su totalidad.
Para cumplir con este objetivo, la Sociedad Friulana ofrece una amplia gama de talleres y cursos. Desde clases de friulano y conferencias, hasta la proyección de material fílmico en este idioma y encuentros culinarios con platos típicos friulanos.
Pero la oferta no termina ahí. La Sociedad Friulana también proporciona cursos de italiano en diversas modalidades, incluyendo una cursada anual con examen aprobado por el Consulado italiano, cursos intensivos de dos meses en cuatro niveles para aquellos que tienen planes de viaje, una introducción al idioma italiano diseñada para niños y un nivel B1 para aquellos que desean rendir el examen de ciudadanía italiana. Además, se forma un grupo de estudio dedicado a la lengua y literatura italiana, conocido como «Cappuccino Letterario», y se organiza un ciclo mensual de cine italiano que incluye cena y debate.
También ofrece una amplia gama de actividades que abarcan desde clases de tango y bailes típicos italianos hasta danzaterapia, gimnasia aeróbica, yoga y eutonía. También se imparten talleres de fotografía y mosaico, clases de ajedrez y el coro Maestro Kubik.
Eventos y Biblioteca Emilio Crozzolo
La Sociedad Friulana no se queda atrás en lo que respecta a eventos culturales de alto nivel. Hace más de una década que se lleva a cabo un concierto gratuito mensual a cargo de la Orquesta Sinfónica de la Policía Federal Argentina. Asimismo, la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Arte ofrece conciertos gratuitos tres veces al año, culminando su ciclo en la Sociedad Friulana durante el mes de diciembre.
Un pilar fundamental de esta institución es la Biblioteca Emilio Crozzolo, que abrió sus puertas en 2011. Con más de 2500 libros en español, italiano y friulano dedicados a la emigración, la cultura y las tradiciones friulanas e italianas, se ha convertido en la biblioteca más grande fuera de Italia en la actualidad.
Cabe destacar que la Sociedad Friulana de Buenos Aires no se limita únicamente a los socios de origen friulano. Por el contrario, abre sus puertas a todos los vecinos de Villa Devoto y a aquellos amantes de la cultura y lengua italiana en toda la ciudad de Buenos Aires.
La secretaría abre sus puertas de lunes a viernes de 16:30 a 20:30 horas (horario de verano de 17:30 a 21:00 horas).
Si deseas obtener más información sobre los cursos, eventos o realizar consultas, podés comunicarte a través del correo electrónico friulanabuenosaires@fogolares.org o llamando al número +5491162671153.
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